En 2014, se reformó la Constitución mexicana para crear una Fiscalía General de la República autónoma del Poder Ejecutivo que reemplazaría la Procuraduría General de la República (PGR), cuyo desempeño fue marcado por su poca independencia y resultados.
El 18 de enero, 2019, en un proceso acelerado que no contó con la participación de la sociedad civil ni un escrutinio verdadero de los candidatos, el Senado mexicano eligió al encargado de despacho de la antigua institución, Alejandro Gertz Manero, como primer fiscal general, un puesto que ocupará por los próximos nueve años.
En este documento presentamos un análisis sobre los avances en la estructura de esta nueva institución y las tareas pendientes para esta nueva etapa.
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