Los mecanismos de justicia transicional no siempre han registrado apropiadamente las experiencias relevantes de los pueblos indígenas; como, por ejemplo, sus estrategias para afrontar la violencia y la opresión. En consecuencia, la mayoría de mecanismos implementados no han vinculado adecuadamente las violaciones del pasado con la continuidad de la marginalización en el presente.
La justicia transicional, sin embargo, es dinámica y ha ido incorporando prácticas más efectivas para recoger las experiencias indígenas. En algunos casos, se ha transformado respondiendo a intervenciones y apropiaciones desde comunidades indígenas, gracias al creciente reconocimiento internacional de los derechos de los pueblos indígenas.
El informe Justicia transicional y pueblos indígenas en América Latina: lecciones aprendidas de Guatemala, Perú y Colombia muestra tanto las limitaciones como las posibilidades para una interacción constructiva entre el campo de la justicia transicional y el marco normativo de los derechos indígenas. Largos conflictos armados en los Estados “criollos” dieron lugar a prácticas de justicia transicional genéricas, sin enfoques indígenas; pero, en su aplicación, los instrumentos de verdad, justicia y reparación se encontraron con la especificidad de las experiencias y derechos indígenas y debieron transformarse con mayor o menor profundidad. Este proceso de ampliación del campo de la justicia transicional potencialmente incluye la comprensión de, y acción sobre, los actuales procesos de despojo territorial y acoso hacia los pueblos indígenas.
Los casos examinados exigen integrar decididamente el marco de derechos de los pueblos indígenas y el liderazgo indígena dentro de la justicia transicional, descolonizar sus enfoques, ampliar su perspectiva histórica y consolidar su capacidad de prefigurar transformaciones políticas profundas en los Estados y en sus modelos económicos.
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