Cada uno de los cenotes en la Península de Yucatán representa un ecosistema en sí mismo, que a su vez forma parte de ecosistemas mayores, conformando así el acuífero peninsular. Si bien este es visto como una sola unidad, existen zonas con distintos comportamientos dadas sus condiciones y características particulares, como es el caso del Anillo de Cenotes, el cual suministra el 42% del volumen de agua en el Estado de Yucatán.
Debido a su importancia como suministro de agua, su alta vulnerabilidad, la enorme biodiversidad que alberga y su conexión con otras áreas naturales protegidas, entre otros motivos, el Anillo de Cenotes ha sido reconocido como Reserva Estatal Geohidrológica. Además, figura dentro de la Lista de Humedales de Importancia Internacional de acuerdo con la Convención Ramsar.
No obstante, estas normativas han sido insuficientes para efectivamente garantizar su protección, restauración y conservación. Por el contrario, el nivel alarmante de contaminación que enfrenta el acuífero maya debido al uso de carga y descarga de agua para la industria, la proliferación de mega granjas y el uso de plaguicidas para la agroindustria son solo algunas de las críticas consecuencias de la inefectividad de dichas normativas, así como responsabilidad de las empresas.
Frente a este contexto, el presente informe abona al desarrollo de propuestas holísticas, sistémicas, regenerativas y sostenibles para la protección de los cenotes a partir del movimiento jurídico de derechos de la naturaleza. Esta investigación desarrolla un análisis sobre la posibilidad y viabilidad de reclamar legalmente el reconocimiento de los derechos de los cenotes, particularmente del Anillo de Cenotes, en vinculación con los derechos bioculturales del pueblo maya que habita y vive en relación con los cenotes de la zona.
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