Para la reforma de la justicia en Venezuela, a diferencia de muchos otros países de la región, no es sufciente superar las tradicionales barreras de acceso a la justicia o corregir algunas disfuncionalidades en la gestión judicial, sino que es necesario transformar radicalmente las condiciones que afectan su desempeño institucional. La transición democrática en Venezuela supone como requisito indispensable la existencia de un Órgano Judicial independiente, imparcial y transparente, sometido únicamente al imperio de la ley.
En el marco del proceso de transición democrática, la reforma de la justicia en Venezuela requiere ser abordada de manera multidimensional, mediante reformas institucionales y procesos de rendición de cuentas, con el apoyo de mecanismos heterodoxos internacionales de acompañamiento ad hoc a los esfuerzos de lucha contra la impunidad. En ese sentido, recogiendo todas estas experiencias comparadas, así como haciendo un uso renovado de las herramientas de la justicia transicional, se podría pensar en la pertinencia de un mecanismo o comisión internacional para Venezuela, con un mandato amplio en materia de reformas del sistema de justicia, justicia militar y justicia transicional, que incluya además algún componente independiente de investigación de graves violaciones a los derechos humanos y gran corrupción.